La violencia política contra la mujer: una realidad latente que muchos no quieren aceptar.

La presión social hacia las mujeres en cargos de poder es inmensa, y las expectativas sobre ellas tienden a ser más altas que las de sus homólogos masculinos. Se les exige ser perfectas, impecables en su comportamiento, y cualquier error es magnificado y utilizado para desacreditar su capacidad de liderazgo.

COLOMBIA ES MUJER

Colombianidad Global

10/6/20244 min leer

grayscale photography of women marching
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La violencia política contra la mujer: una realidad latente que muchos no quieren aceptar.

La violencia política contra la mujer es un problema persistente que sigue afectando a mujeres que, a pesar de los avances en igualdad de género, enfrentan ataques sistemáticos en su camino hacia el poder. En países como México y Colombia, esta violencia se manifiesta con más fuerza contra aquellas mujeres que ocupan altos cargos públicos, desafiando las normas patriarcales y enfrentando una maquinaria de descalificación y hostigamiento que las sigue incluso en el ejercicio de sus funciones.

El contexto mexicano: Claudia Sheinbaum Pardo y el nuevo rostro del poder femenino.

México ha dado un paso histórico en la lucha por la igualdad de género con la elección de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta del país, una figura que simboliza el avance de las mujeres en los espacios de poder. Sheinbaum, la primera mujer en asumir la presidencia de México, ha sido una defensora activa de las causas sociales y ambientales. Su ascenso al poder ha sido un logro monumental en la historia política de México, pero no ha estado exento de desafíos.

Desde su carrera política como jefa de gobierno de la Ciudad de México, Sheinbaum ha sido objeto de constantes ataques en los medios y redes sociales, donde su capacidad como líder ha sido cuestionada no por sus políticas, sino por su condición de mujer. Los comentarios misóginos, las críticas a su vida personal y los intentos por deslegitimar sus logros reflejan una violencia política que tiene como objetivo mantener a las mujeres lejos de los espacios de poder. Estos ataques no solo minan la confianza en las instituciones democráticas, sino que también representan un espejo de una sociedad que aún no acepta plenamente el liderazgo femenino.

Colombia: Matoneo y violencia política contra mujeres en altos cargos públicos.

En Colombia, la violencia política contra las mujeres ha alcanzado niveles alarmantes, especialmente contra aquellas que ocupan grandes cargos públicos. Las mujeres que se atreven a desafiar el statu quo y entrar en el mundo político son atacadas desde diversos frentes, principalmente a través de plataformas de información y redes sociales. Este "matoneo" va desde comentarios denigrantes y sexistas hasta amenazas que ponen en riesgo su integridad personal y familiar.

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Un claro ejemplo de esta violencia es el trato que reciben figuras como Francia Márquez, actual vicepresidenta de Colombia, quien ha sido objeto de múltiples ataques racistas y misóginos. Desde su llegada al poder, ha enfrentado una avalancha de críticas basadas en su origen étnico, género y clase social, en lugar de centrarse en su gestión o en las políticas que impulsa. Ángela María Robledo, ex candidata a la vicepresidencia, también ha sido blanco de una violencia persistente en los medios, donde su condición de mujer es utilizada como una herramienta para desacreditar su liderazgo.

Las redes sociales en Colombia se han convertido en un espacio donde el ataque pueril y desesperanzador hacia las mujeres en el poder se propaga con facilidad. Comentarios que restan valor a sus capacidades, burlas sobre su físico o su manera de hablar, e insinuaciones sobre su vida personal son solo algunos ejemplos de las formas en que se manifiesta esta violencia. Lo que debería ser un debate democrático sobre su gestión política se convierte en una caza de brujas, dirigida a deslegitimar su presencia en espacios tradicionalmente dominados por hombres.

Los medios de comunicación también han jugado un papel crucial en la perpetuación de esta violencia. Muchas veces, los enfoques sexistas en la cobertura mediática de mujeres en altos cargos políticos contribuyen a consolidar estereotipos que limitan su imagen pública a su condición de género, relegando a un segundo plano sus capacidades y logros.

Los retos de la mujer colombiana en el contexto global.

En el contexto global, las mujeres colombianas que ocupan cargos de poder enfrentan una doble lucha: por un lado, deben demostrar continuamente su valía en un mundo político que sigue siendo hostil hacia ellas; y por otro, deben enfrentarse a los ataques constantes que buscan minar su legitimidad. Estos retos no son exclusivos de Colombia, pero adquieren particular relevancia en un país con un historial de violencia que ha permeado no solo el ámbito armado, sino también la vida política.

La presión social hacia las mujeres en cargos de poder es inmensa, y las expectativas sobre ellas tienden a ser más altas que las de sus homólogos masculinos. Se les exige ser perfectas, impecables en su comportamiento, y cualquier error es magnificado y utilizado para desacreditar su capacidad de liderazgo. Esto crea un ambiente en el que las mujeres no solo deben luchar por llegar al poder, sino también por mantenerse en él en un entorno que no está diseñado para ellas.

En el escenario global, el reto más grande para la mujer colombiana es superar las barreras culturales y sociales que persisten en limitar su acceso y permanencia en el poder. En una época en la que la igualdad de género debería ser una realidad, sigue siendo una lucha constante. Desde Colombianidad Global mandamos un saludo a estas valerosas mujeres colombianas que desde diversos espacios de la vida política, empresarial y cultural siguen siendo objeto de matoneo y de violencia.